- El diagnóstico previo es el primer paso para entender una organización y establecer un plan de igualdad efectivo
El diseño de un plan de igualdad es fundamental para garantizar un entorno laboral inclusivo. Pero ¿cómo se puede identificar con precisión dónde se encuentran las brechas de desigualdad en una empresa?
¿Qué es el diagnóstico previo y por qué es importante?
El diagnóstico es un proceso exhaustivo que permite a las empresas evaluar en qué medida las políticas y prácticas de la organización pueden estar afectando de manera diferente a mujeres y hombres. Esta fase de análisis busca visibilizar posibles desigualdades, ya sea en las oportunidades de ascenso, la segregación de roles o las condiciones salariales. De este modo, se generan datos fundamentales que guían la elaboración de un plan de igualdad sólido y adaptado a las necesidades reales de la empresa.
Recopilación de datos: la base del diagnóstico
El proceso incluye la recopilación de datos cuantitativos y cualitativos, donde se analizan áreas como la composición de la plantilla, los procesos de selección y promoción, la formación y las condiciones laborales. Es crucial realizar este análisis con perspectiva de género para identificar las barreras que tradicionalmente han impactado a las mujeres en el entorno laboral. También es importante realizar una auditoría retributiva para evaluar posibles brechas salariales, conforme al Real Decreto 902/2020 de igualdad retributiva.
Desarrollo de actuaciones: los pasos clave para el análisis
El éxito de un diagnóstico depende de una planificación y ejecución cuidadosas. A continuación, se detallan los pasos fundamentales:
- Planificación: se asignará un equipo responsable que dinamizará el proceso y definirá las herramientas necesarias para la recopilación de información (fichas, cuestionarios, encuestas). Además, es esencial comunicar a la plantilla sobre el inicio del diagnóstico para fomentar su participación activa.
- Recopilación de información: se recopilarán datos internos y externos, incluyendo información demográfica de la plantilla, procesos de selección, ascensos, políticas salariales, y prácticas laborales. El objetivo es identificar dónde pueden existir desigualdades o prácticas discriminatorias.
- Análisis de información: los datos se analizarán para detectar posibles brechas de género, segregaciones horizontales o verticales, y disparidades salariales. El análisis debe identificar los puntos fuertes de la empresa y las áreas de mejora, proponiendo soluciones concretas.
- Informe de diagnóstico: se elaborará un informe que recoja los resultados obtenidos, los problemas detectados y las recomendaciones para abordarlos. Este informe servirá de base para el diseño del plan de igualdad y debe estar disponible para la revisión de la dirección y la comisión negociadora.
- Comunicación: finalmente, los resultados del diagnóstico deben comunicarse a toda la plantilla para garantizar la transparencia y la implicación de todos los niveles de la organización en el proceso de igualdad.
Organizaciones obligadas a elaborar plan de igualdad en la empresa
Existen tres supuestos principales bajo los cuales una empresa está obligada a elaborar y aplicar un plan de igualdad:
- Empresas con una plantilla mínima: según los plazos establecidos por la ley:
- Desde el 7 de marzo de 2020, las empresas con entre 151 y 250 personas trabajadoras deben tener un plan de igualdad aprobado.
- A partir del 7 de marzo de 2021, las empresas con entre 101 y 150 personas trabajadoras deben cumplir con esta obligación.
- A partir del 7 de marzo de 2022, las empresas con entre 50 y 100 personas trabajadoras están obligadas a implementar su plan de igualdad.
- Obligación por convenio colectivo: cuando el convenio colectivo aplicable a la empresa lo establezca, también será obligatorio.
- Procedimientos sancionadores: en aquellos casos donde la autoridad laboral haya acordado la sustitución de sanciones por la elaboración y aplicación de un plan de igualdad.
Además, es importante tener en cuenta que las sociedades cooperativas están obligadas a elaborar planes de igualdad siempre que cuenten con personas trabajadoras por cuenta ajena, bajo los mismos supuestos mencionados anteriormente.
El diagnóstico proporciona la base para diseñar un plan de igualdad efectivo y personalizado. Sin este análisis, es imposible abordar las desigualdades con precisión. Invertir en este proceso no solo contribuye a la justicia social, sino que también fortalece la competitividad y la reputación de la empresa en un mercado donde la igualdad es un valor esencial.