5 tendencias clave en 2025 para el manejo de datos y privacidad

Resumen

  • Durante el 2024 el mundo de las tecnologías de la información experimentó grandes cambios en la gestión de datos
  • Las ciudades inteligentes multiplicarán el volumen de datos disponibles en 2025
  • La inteligencia artificial, cada vez más personalizada y ajustada a las necesidades de los usuarios

 

El año 2024 supuso un punto de inflexión para el mundo de las tecnologías de la información, impulsando cambios sin precedentes en cómo entendemos y gestionamos los datos. La inteligencia artificial, ahora más personalizada y ajustada que nunca a las necesidades de los usuarios, ha transformado la manera en que nos relacionamos con la tecnología.

Este ritmo trepidante nos obliga a mirar hacia delante y hacernos una pregunta: ¿Cómo nos relacionaremos con la información en un entorno cada vez más complejo? 

En este artículo abordaremos 5 tendencias principales para la gestión de los datos y la privacidad que se desarrollarán en 2025.

Crecimiento en el volumen de datos y la conectividad

Las ciudades inteligentes multiplicarán el volumen de datos disponibles en 2025. Estas ciudades utilizan sensores y redes conectadas para recopilar información en tiempo real, permitiendo la optimización de los recursos, desde la gestión del tráfico al aprovechamiento de la energía.

Además, el uso de gemelos digitales ampliará su alcance de aplicación, introduciendo simulaciones y representaciones digitales exactas de procesos reales. La recopilación de información en estos modelos permitirá anticipar las necesidades y problemáticas de sectores tan diferentes como la educación, la ingeniería o la salud, lo que conllevará un ahorro en el tiempo y los costes de ejecución.

IA: aplicación analítica y personalización de la privacidad

La inteligencia artificial traspasó en 2024 la frontera de la información: dejó de ser una mera herramienta de procesamiento de datos para convertirse en un generador de información útil. Tanto es así que, en 2025, las empresas podrán ayudarse de la IA en la toma de decisiones y en la creación de estrategias de negocio.

Además, la inteligencia artificial se introducirá en la automatización de procesos, permitiendo así agilizar tareas repetitivas gracias al entrenamiento a partir de datos y mejorando la competitividad y la eficiencia de las empresas.

La protección de datos se expande a otros continentes

Aunque en 2018 se adoptó la GDPR (Reglamento General de Protección de Datos en la Unión Europea), se prevé que en 2025 proliferarán leyes similares en América Latina, Asia y África.

Esta normativa obliga a las empresas a ejercer una política transparente en cuestión de privacidad, no solo en la zona europea sino también en todas aquellas organizaciones globales que procesen datos de ciudadanos europeos.

El consentimiento explícito en el tratamiento de los datos, la obligatoriedad de informar en caso de brechas de seguridad y la personalización de la privacidad por parte del usuario son algunos de los puntos clave de la GDPR.

Datos sintéticos como barrera de privacidad

Los datos sintéticos son datos creados a partir de algoritmos de computación y de la IA generativa, que ofrecen datos precisos del mundo real sin vulnerar la privacidad. El uso de estos datos artificiales permitirá realizar simulaciones fiables en el desarrollo de productos y en el campo de la investigación con la garantía de cumplimiento de la GDPR.

Empoderamiento del usuario

Por último, la madurez del usuario es fundamental para mejorar la privacidad, por esta razón en 2025 la educación se posicionará en primera línea, impulsando programas de cultura digital en los que enseñar a proteger la información, identificar las amenazas y fraudes y comprender la terminología y condiciones de uso de las diferentes plataformas.

Estas son solo algunas de las nuevas prácticas que se introducen en 2025 en el mundo de la computación de datos, con el diseño de la privacidad del usuario y el empleo de la IA para proyectar simulaciones como principales novedades. En este contexto, cabe destacar también el aumento de los dispositivos conectados que multiplicarán la producción de datos diarios, el uso de la realidad aumentada y virtual o la ciberseguridad impulsada por la IA.

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