- En un ecosistema en constante movimiento, la gestión del cambio es fundamental para entender las necesidades de la empresa y su entorno
- Llevar a cabo una gestión del cambio efectiva en una startup implica anticiparse, planificar y adaptarse de forma ágil
El ámbito empresarial y de negocio está en constante movimiento, por ello es importante tener una perspectiva abierta a los cambios y saber pivotar a tiempo. Mientras que los gigantes empresariales suelen tardar en aplicar procesos de adaptación a nivel interno, para los emprendedores y las pequeñas empresas el cambio es un elemento fundamental del ecosistema y debe afrontarse de manera ágil.
Los nuevos clientes y sus necesidades, las tecnologías emergentes, las regulaciones y las normativas, la competencia, son solo algunos de los factores que obligan a habituarse a la constante transformación.
Desde un punto de vista “darwiniano”, la adaptación de las compañías al medio empresarial es fundamental para garantizar su supervivencia. Aquellas empresas capaces de modelar sus características para adecuarse y aprovecharse de los cambios del medio serán las que consigan no solo evolucionar con el sector, sino también transformarlo.
Para una pyme, adaptarse y pivotar puede significar la diferencia entre escalar o estancarse, entre sobrevivir o desaparecer.
¿Qué es la gestión del cambio?
La gestión del cambio es un conjunto de enfoques, herramientas y habilidades que permiten a una organización adaptarse de manera efectiva a transformaciones internas y externas. Estas transformaciones pueden ir desde la adopción de una nueva tecnología hasta un cambio en el modelo de negocio, así como la cultura de la empresa o la estructura de su organigrama.
En la gestión del cambio, es fundamental entender las necesidades que puede suscitar una transición organizacional, por ello es importante realizar un acompañamiento al equipo de personas y de sistemas involucrados.
Las grandes compañías suelen contar con estructuras, recursos y metodologías avaladas para gestionar el cambio, sin embargo, cuando hablamos de startups y pymes la realidad es distinta: los equipos son reducidos, los recursos son más limitados y los plazos de tiempo suelen ser más ajustados.
Cómo gestionar el cambio en una startup
Llevar a cabo una gestión del cambio efectiva en una startup no implica reaccionar ante los cambios del sector, sino más bien anticiparse, planificar y adaptarse de forma ágil. A continuación abordamos los aspectos clave para que este proceso ilusionante y de incertidumbre a partes iguales, sea un éxito.
- Valorar el cambio que se desea implantar
Es el primer paso y es fundamental, de nada sirve introducir un cambio sin tener muy claro cuáles son los objetivos o los puntos críticos que vamos a corregir. Es posible que se trate de un proceso que ya no funciona de la misma manera, la aparición de nuevas herramientas más ágiles y potentes, la necesidad de reinventar tus productos para conectar con el público o impulsar la marca… Identifica qué debe cambiar, hacia dónde pivotar y por qué es el punto de partida.
- Evaluar el alcance del cambio
Antes de empezar deberemos analizar el estado actual, es decir, pensar en cómo reacciona el equipo y de qué manera afectará el cambio a los procesos de la empresa y los presupuestos.
- Crear un plan de acción y de comunicación
Cuando sabemos qué queremos cambiar y lo que este cambio puede implicar, es necesario crear una planificación. Se trata de definir los hitos fundamentales, unos objetivos claros y de establecer un cronograma de acciones con el consiguiente reparto de tareas. Cuanto más complejo sea el plan, más complicado será de transmitir y de aceptar por parte del equipo, por ello la claridad y la brevedad del mensaje serán fundamentales.
No obstante, esto no quiere decir que debamos ser escuetos con la información que facilitamos al equipo. En todo momento debemos comunicar el cambio con claridad, explicando las razones del mismo y el beneficio que supondrá. El equipo debe estar involucrado desde el principio y esto será imposible si este no entiende el propósito.
Es importante fomentar la escucha activa y participación.
Además, en función del proceso que queramos implantar, la transición puede ser más o menos extensa en el tiempo. Por ello y para evitar frustraciones, se puede establecer un plan de objetivos rápidos y de recompensas, que nos permitirá mantener al equipo motivado cumpliendo pequeños hitos de un plan global mucho más amplio.
- Los agentes del cambio vs. la resistencia
En todo proceso de cambio encontraremos apoyos y resistencias.
En prácticamente todas las empresas existen perfiles que presentan actitudes negativas o reticentes a la transformación. Estas actitudes pueden poner en peligro el proceso que estamos poniendo en marcha, por lo que es importante atender sus preocupaciones y miedos. Una buena comunicación puede ayudar a entender el porqué hacemos las cosas y a conseguir que estos perfiles se dejen contagiar de las nuevas iniciativas.
En el extremo opuesto, encontramos a los agentes del cambio, o aquellas personas que se muestran receptivas y con una actitud proactiva. Una vez identificados, estos serán un activo fundamental para el proceso, pues no solo se sumarán fácilmente al cambio, sino que nos ayudarán a propagar sus bondades entre el equipo. Cuidar a estos trabajadores, incentivándolos con roles de liderazgo dentro del proceso, será beneficioso para ambas partes.
- Acompañamiento y seguimiento
Los procesos de cambio deben liderarse siempre desde arriba. De nada sirve exigirle a tu equipo un cambio si desde la dirección se siguen haciendo las cosas como antes. Además, la gestión del cambio no termina cuando se ejecuta el plan de acción, sino que debemos hacer seguimiento, recoger feedback y revisar los datos de impacto. Solo de esta manera sabremos si estamos en el buen camino de alcanzar los objetivos que nos habíamos fijado.
- Mejora constante
No siempre saldrá todo a la primera, por lo que atender a los análisis nos servirá para tener una visión profunda del proceso y saber si hay cosas que debemos ajustar para continuar. Tomar nota de lo que funciona y lo que no, nos permitirá aplicar mejoras con sentido. La mentalidad de mejora continua, hará que este proceso sea ya parte constante de la compañía, más allá de un hecho aislado, incorporándose dentro de la cultura empresarial.
Las ventajas para una startup
Para una startup, gestionar el cambio es una ventaja competitiva, ya que permitirá una adaptación rápida al entorno y un pivotamiento estratégico, sorteando los cambios del mercado con agilidad, sin descuidar a los clientes ni a los propios trabajadores.
Si el equipo ha entendido la razón del cambio y el margen de mejora, será un equipo más involucrado y comprometido. Además, la cultura del aprendizaje continuo y la mentalidad abierta, permitirán que los próximos cambios se puedan abrazar de forma proactiva y orgánica.
Por último, el hecho de anticiparse hará que la propia empresa sea un “agente del cambio”, situándose a la vanguardia de la innovación.
Programa Agentes del Cambio
“Agentes del Cambio” es un programa de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) que busca ayudar, al menos, a 15.000 pymes para que puedan incorporar en sus empresas a un experto en la transformación digital.
Esta iniciativa forma parte del Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025. Consulta toda la información para beneficiarte de este programa en la página del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.