Organizado por Jägermeister en colaboración con el Instituto Europeo de Diseño (IED), el concurso nació con el objetivo de renovar los uniformes de los embajadores de la marca y promover el talento emergente en el sector de la moda.
Durante la celebración de la final, a la que solo llegan cuatro diseñadores, se realizó un desfile por el mercado en el que se presentaron todas las propuestas.
Además, la velada estuvo amenizada por la DJ “La Zowi” y contó con el actor Brays Efe como maestro de ceremonias.
Algunos de los requisitos con los que debe cumplir el “outfit” oficial son: adaptarse a las diferentes épocas del año, ser válido para ambos sexos, comodidad y posibilidad de adaptación para que los trabajadores puedan aportarle su propio estilo.
Los trajes también deben ser transgresores a la vez que elegantes y sofisticados, algo que tendrá muy en cuenta el jurado del concurso.
Esta cita se presentó como una estupenda ocasión para conocer una nueva cara del Marché de Vallehermoso, un claro exponente de cómo los mercados madrileños ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin dejar de lado la tradición.
Ubicado en el distrito de Chamberi, este mercado funciona como una máquina bien engrasada: las verdulerías y las carnicerías, las pescaderías y las pollerías llenan las despensas y neveras de los vecinos y, también, alimentan los fogones de los bares y pequeños restaurantes.
El mercado cuenta en una de sus alas con un mercado permanente de productores, en el que los productores de la región ofrecen degustación y venta de sus productos directamente al público y sin intermediarios.
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