Estudiante de grado de Administración y Dirección de Empresas, Carlos Galayo ha querido comenzar presentándose a los asistentes, contando su historia de una manera muy cercana y muy sincera, diciendo que no considera que se necesite estudiar ningún máster en ninguna universidad prestigiosa para ser un buen emprendedor, sino tener las ganas.
Carlos considera que el emprendedor nace, pero también se hace, lo único que importa es querer. Según ha contado, él siempre ha sentido que tenía el espíritu emprendedor desde bien pequeño, dándose cuenta de que la avalancha de ideas que solía tener debía ser dejada de lado hasta que finalizara sus estudios.
Tras realizar un año de Erasmus en Eslovenia, se dio cuenta de lo fundamental que era el inglés para emprender un negocio, y decidió aprovecharlo teniendo la primera experiencia más cercana al emprendimiento: vender cursos de inglés por la calle en Alicante, y después de cuatro meses de esfuerzo, logró hacerlo después de dirigirse a una gestoría, en la que fue contratado como comercial. Sin embargo, la experiencia no acabó en éxito, lo que le llevó a regresar a casa.
Una vez de vuelta a Madrid, Carlos tras comentarlo con su pareja decidieron dar el gran paso y crear una agencia de azafatas para congresos, después de que ella hubiera trabajado en este sector y hubiera tenido demasiados inconvenientes.
Así surgió la primera chispa que prendió la mecha de lo que más adelante sería su empresa Eloquence.
Ha querido insistir a los presentes en que deben emprender en algo de lo que sepan mucho, para poder tenerlo todo controlado y para poder confiar en su proyecto.
Después de tener una oportunidad con IFEMA, Carlos dio un enorme salto al ser contactado por un importante hotel de los Emiratos Árabes, el Atlantis The Palm en Dubái y así nació Talent ME.
Carlos ha querido contar a los asistentes tanto las cosas buenas como las cosas malas, comentando que este ha sido un camino que ha recorrido él solo, lo cual no ha sido demasiado sencillo, sobre todo en algunas ocasiones en las que ha tenido que realizar los pagos de los salarios de sus empleados y de las azafatas.
Comenta, además, que durante el tiempo que ha estado solo, se ha apoyado en su familia, que le han respaldado tanto emocional como económicamente. Finalmente, Carlos cayó en la conclusión de que, pese a sus ganas, al llevar dos empresas él solo (Talent ME – Eloquence), necesitaba un socio, y su amigo Javier apareció para acompañarlo y remar juntos.
Uno de los éxitos que más resalta, es el haber participado con Eloquence en la final de la Champions que tuvo lugar este año en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, ya que fue la empresa que se escogió para el servicio de azafatas del evento.
Después de esto, tanto él como su socio, decidieron que debían focalizarse en una de las dos empresas y quisieron vender Talent ME, la agencia que crearon para reclutar profesionales españoles que quisieran trasladarse a Oriente Medio a trabajar en el sector de la hostelería. En ello se encuentra actualmente, mientras que su empresa Eloquence, sigue creciendo.
Carlos ha querido recordar a las personas emprendedoras que crear una empresa solo es algo muy duro, pero es muy gratificante, cuando las cosas comienzan a moverse. Contratar al primer trabajador, asistir a reuniones con futuros clientes, viajar por trabajo, sabiendo que todo lo que logre va a ser para él, le hace tremendamente feliz.
Tras su exposición, Carlos Galayo compartió un café con los asistentes disfrutando de un rato muy agradable con todos los que asistieron a este Coffee Break tan interesante.
Si no pudiste asistir, puedes consultar el video de la sesión en nuestra página de Facebook.
Para asistir a los Coffee Break u otros eventos que organizamos en la red de viveros de empresas de Madrid Emprende, no olvides suscribirte a nuestro boletín de actividades o consultar nuestra agenda.
ES 
EN 
FR